En semanas pasadas los profesores del Departamento de Historia y una estudiante de la Maestría en Historia se han pronunciado respecto al retorno a la normalidad académica de la Universidad Nacional de Colombia. Entendemos que cada uno de estos pronunciamientos forman parte de la libertad de expresión que como personas vinculadas directamente con la institución tenemos. A continuación reproducimos en extenso dichas comunicaciones. Sin embargo hay que anotar primero que la asamblea es un importante órgano de participación estudiantil y que quienes quieren deslegitimarla desconocen la masiva asistencia que este espacio genera y sus posibilidades reales para contribuir a la solución de las problemáticas universitarias; la asamblea como órgano máximo de las decisiones colectivas puede tener hoy más legitimidad que el mismo Congreso de la República, dado que incluye un mayor número de tendencias y opiniones existentes dentro de la universidad misma, situación contraria a lo que pasa hoy con las mayorías uribistas que han debilitado los intentos por la consolidación de una política social de largo aliento y para beneficio de las mayorías desprotegidas y las minorías marginadas.
Asimismo es extraño que quienes hoy quieren volver a clases no hayan definido aún algún vocero que estuviera avalando la respetable posición del retorno a clases y la pudiera argumentar de cara a la asamblea triestamentaria. Tal vez la mejor manera de retomar el rumbo pueda ser que cada facultad o departamento pudiera organizar en uno o dos días de la semana sus propias asambleas con el fin de analizar la forma en que el movimiento deba continuar y a la vez se brinde una solución concertada para la culminación efectiva del primer semestre académico del 2007. Y que podamos conocer ahora los avances de la comisión conformada para buscar salidas a la actual coyuntura.
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Carta de los profesores del Departamento de Historia a los estudiantes de los programas de pre y postgrado del Departamento
Bogotá, 19 de junio de 2007
Apreciad@s estudiantes:
Los profesores del Departamento de Historia en reunión realizada el día 14 de junio de 2007 analizamos la situación actual y las perspectivas para la Universidad y resolvimos dirigirnos a ustedes para comunicarles nuestro punto de vista en particular sobre el reinicio de las clases previsto para el 10 de julio próximo y teniendo en cuenta los rumores de nuevos bloqueos para esta fecha. Nuestra posición se resume en los siguientes puntos:
1º Reiteramos nuestra gran preocupación acerca de los problemas de financiación de las universidades públicas, en particular de la Universidad Nacional. Consideramos que urge una solución de fondo para el pasivo pensional para que éste deje de ser una amenaza permanente de quiebra financiera de la Universidad y pretexto para la intromisión en el desarrollo académico de la institución de parte de los ministerios de Hacienda y de Educación.
2º Consideramos que la Educación pública es estratégica para el futuro del país y que las notorias presiones de privatización y desmejora de calidad en el contexto del fundamentalismo neoliberal representan una hipoteca supremamente grave para ese futuro. En esta medido entendemos el movimiento desarrollado en los meses recientes en nuestra y otras universidades públicas y por el magisterio nacional contra el proyecto de Plan Nacional de Desarrollo. Pensamos que, para que se produzcan los resultados buscados en el sentido de un freno real del fervor privatizador, este movimiento necesitará desarrollar largo aliento y apoyos más amplios y efectivos de los que se han dado hasta el momento.
3º Consideramos necesario que la Rectoría de la Universidad Nacional produzca señales inequívocas sobre sus estrategias de solución del pasivo pensional y que coloque al alcance de toda la comunidad universitaria los datos pertinentes. Los profesores creemos que no se ha producido plena claridad sobre las cifras y las opciones de solución en juego y que esta falta de ilustración contribuye a la sensación de incertidumbre que está reinando actualmente en el campus. Por otra parte, los profesores creemos que la Rectoría debe cumplir con su promesa pública de acoger las recomendaciones de la Comisión asesora sobre el tema pensional conformada por ella misma para tal fin.
4º Pensamos que las autoridades de la Universidad deben contribuir al esclarecimiento interno y al desarrollo de una cultura política acorde con la academia mediante la decidida apertura de los medios de comunicación de la institución. Convendría privilegiar la exposición amplia por escrito de todos los elementos en discusión, de toda la información, de las diversas posiciones y consideraciones en disputa.
5º Los profesores del Departamento de Historia hemos expuesto ante los estudiantes del Departamento desde el inicio del actual movimiento nuestro respaldo a la movilización en defensa de la Universidad y nuestra voluntad de activa participación en ella, al mismo tiempo que hemos considerado conveniente ir terminando el semestre. Esta sugerencia así como nuestras propuestas de flexibilidad a favor del desarrollo de un movimiento amplio que garantizara una participación decente de la Universidad Nacional dentro de los esfuerzos nacionales fueron desechadas con el argumento de que la Asamblea Triestamentaria había decidido de antemano y por todos nosotros otra cosa. ¡No confiamos, por oficio, en que otros piensen por nosotros! Por otra parte, experiencias pasadas nos han enseñado que en nada se beneficia la defensa de la educación pública de la suspensión prolongada de clases ni mucho menos de cierres de la Universidad. El campus vacío entre semana lo demuestra todas las veces de nuevo. La evolución reciente, en particular la que se ha observado desde la declaración de vacaciones por adelantado de los estudiantes de la Universidad confirma dicha experiencia. Todos lo vimos: Bogotá no siente más la Nacional. Lo prueba la marcha más reciente, la del 13 de junio. No es cierto, pues, que la normalidad académica explique la falta de aliento para una carrera más larga del movimiento. Ha estado abierta la Universidad esta vez por el tiempo suficiente como para que todos registremos que la defensa de la educación pública no se resuelve mediante suspensión de las actividades misionales de la Universidad, sino que ésta nos coloca en peligro inminente de un cierre indefinido que en nada puede beneficiarla.
6º Por lo expuesto convocamos a los estudiantes del Departamento a retomar todas las clases desde el 10 de julio próximo. Quisiéramos dejar constancia de que a nuestros ojos toda acción tendiente a impedir que se retomen las actividades académicas en la Universidad se presentan como medidas que se realizan con la conciencia de provocar el cierre indefinido. No las entenderíamos como acciones en defensa de la educación pública sino como acciones auxiliadoras de las políticas lesivas para la misma.
Con un cordial saludo,
Profesores del Departamento de Historia
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Bogotá, junio 19 de 2007
Doctor
MOISES WEISSEMAN
Rector
Universidad Nacional de Colombia
Ciudad
Apreciado Señor Rector:
A raíz de los últimos sucesos que conllevaron a adelantar las vacaciones para los estudiantes de la universidad, me dirijo a usted para comentarle mi preocupación, personal, por la inactividad académica de la Maestría en Historia, que actualmente curso, teniendo en cuenta que otros programas de esta modalidad como la de Antropología, Estadística y Arte y Arquitectura han seguido adelantando sus clases.
Es obvio que la búsqueda de soluciones para el adecuado desarrollo de la Institución, merece la conformación de espacios para la sana discusión, el análisis y el debate, pero, no considero que la consolidación de estas actividades impida la evolución del programa académico de la Maestría.
En mi caso particular soy empleada, la empresa me ha apoyado con mis estudios, otorgándome los correspondientes permisos para asistir a mis clases, por ésta razón, para mi es tan importante aprovechar el tiempo concedido para adelantar el semestre.
Tengo gran expectativa por el retorno a clase, el próximo 10 de julio, sin embargo, me asiste el temor que se continúe con los bloqueos y esto impida la terminación del semestre e incluso la iniciación del segundo.
Por tal razón, le solicito respetuosa y comedidamente, que de proseguir con los actos que eviten el normal desarrollo de las clases, se determine la continuación de éstas en una sede alterna y de esta forma no entorpecer la culminación e inicio de los respectivos semestres académicos.
Tal y como planteaba Norberto Bobbio: "Todo grupo social tiene necesidad de tomar decisiones para los miembros del grupo, con el objeto de mirar la supervivencia, tanto en el interior, como en el exterior".
Considero que la democracia se consolida con el respeto al pensamiento y a las acciones de todos los miembros de la colectividad, yo asumo a la Universidad Nacional de Colombia, como una institución democrática que complementa su prestigio académico con el bienestar común de su comunidad estudiantil.
Aprecio el tiempo entregado a mi inquietud.
Cordialmente,
YOLIMA ANDREA DÍAZ CHAPARRO
Estudiante de segundo semestre de Maestría en Historia
Código 468428
C.C. 39.673.987
Email: yadiazc@unal.edu.co
Copia: Dr. Alvaro Uribe Vélez, Presidente de la República.
Dra. Cecilia María Vélez White, Ministra de Educación.
Dra. Vera Weiler, Directora Departamento de Historia.
Dr. Darío Campos, Director Postgrados Historia.
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miércoles, 4 de julio de 2007
¿DE VUELTA A CLASES?
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2 comentarios:
"... fueron desechadas con el argumento de que la Asamblea Triestamentaria había decidido de antemano y por todos nosotros otra cosa. ¡No confiamos, por oficio, en que otros piensen por nosotros!". Con semejante antecedente no tiene nada de extraño que no se rinda homenaje ni se ponga rodilla en tierra para hablar con la sacrosanta, infalible y todopoderosa triestamentaria.
La verdad sea dicha, muchas asambleas por departamentos contaron con participaciones inmensamente mayores, relativas a la población específica, y desarrollaron discusiones muchísimo más cualificadas, con mucha mayor diversidad de opiniones y con formas de opinión infinitamente más responsables. Con razón quienes mueven los hilos de la triestamentaria insistieron en su arrogante desconocimiento de esos espacios, dejándoles solo funciones consultivas menores en tanto las decisiones vitales las monopolizó con sus pupitrazos, sus rechiflas y esas actitudes de niño gordo que le pega al resto del salón. Por eso insisten en los bloqueos, ya que es su única fuerza.
El problema es que si se terminan los bloqueos la asamblea se acaba y todo lo que hemos hecho hasta ahora va a ser una perdida de tiempo, la normalidad academica implica dedicación total al estudio y el fin del movimiento.
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