SE AMENAZA LA CONSULTA PARA DESIGNAR RECTOR
Bogotá cuenta con su Universidad: La Universidad Distrital "Francisco José de Caldas". En ella se forman cerca de treinta mil estudiantes de bajos recursos económicos, tanto de la ciudad, como de la región y el país. Por su importancia en la lucha contra la pobreza económica, social y cultural, la educación superior garantiza la generación y distribución de riqueza colectiva, contribuyendo sensiblemente en la mejora de los índices de calidad de vida y bienestar de los ciudadanos.
Para el cumplimiento de su misión, la Educación Superior debe realizarse sobre la base de tres factores sustanciales: Calidad, Equidad y Socio Productividad.
- Calidad para formar personas y ciudadanos con condiciones humanas, para la construcción de una sociedad democrática, para la Paz y la vigencia de los derechos humanos. Calidad que involucra la eficiencia, la eficacia y la efectividad social y cultural en la cobertura y en la administración de los recursos. Calidad que construye, produce, adecúa y aplica conocimiento científico y tecnológico para el desarrollo y el bienestar común.
- Equidad, para garantizar que el derecho público y el acceso no esté regido por reglas del mercado, sino que se constituya en un derecho universal y que el servicio educativo sea pertinente en cuanto a que sus contenidos estén regidos por estándares internacionales.
-Socio-productiva, para contribuir a una mejor comprensión y transformación de las realidades sociales y culturales nacionales y regionales. La escuela y la educación conforman proyectos culturales para la construcción permanente de alternativas para la organización social en fraternidad y progreso.
No obstante el valor estratégico de la Educación Superior en la lucha contra la pobreza y en la instauración de la equidad social, la actual administración Distrital jamás se propuso articularla en una política de cambio al modelo económico y social neoliberal imperante; por el contrario, la inscribió consciente y calculadamente en la política "del Estado comunitario", socavando la autonomía universitaria, envileciendo las condiciones laborales de docentes y trabajadores, e intentando bajar el perfil de la Universidad Distrital a escuela tecnológica, entre otras acciones.
Fue así como durante los tres primeros años de la administración de Lucho Garzón, mantuvo en la Rectoría a Ricardo García, tristemente célebre por sus políticas lesivas contra los docentes, los trabajadores, los pensionados y los estudiantes; por el abandono de las tareas institucionales de expedir el Plan de Desarrollo y buscarle presupuesto adecuado; por su complacencia ante la falta de espacios y demás recursos para la docencia, la investigación y la extensión. Garzón y García conformaron un verdadero dúo dinámico para arrinconar la Universidad Pública del Distrito Capital.
Para superar la tan malograda gestión de García, se instauró en la Universidad Distrital un periodo de transición, en cabeza de Gustavo Montañez, que a duras penas, significó mantener la Universidad abierta, funcionando de manera muy precaria. Terminado el período de transición, el Consejo Superior Universitario ha convocado para el próximo cuatro (4) de septiembre la realización de una consulta a la comunidad universitaria para la designación del rector en propiedad para un período de tres años.
Los procesos de la consulta democrática a la comunidad y la designación del rector en propiedad han sido amenazados por la propia administración del Distrito Capital, que carente de políticas para la Educación Superior, acude a su capacidad de maniobra e intervención, a través del Secretario General de la Alcaldía, Enrique Borda, al impedir el relevo, previsto en los estatutos, del rector saliente por el Vicerrector Académico e impone a Carlos Javier Mosquera, persona de su entera confianza, tal vez por haber sido uno de los más destacados agentes de la rectoría de Ricardo García, en su condición de Vicerrector y, obviamente, no es garantía de imparcialidad en el proceso electoral.
De esta manera, el Alcalde Lucho Garzón, quien tenía la obligación legal de presidir el Consejo Superior y jamás lo hizo, delegó tal responsabilidad en su Secretario General, Enrique Borda, consolidando, así, su política de intervención para entregarle la Universidad Distrital al gobierno Nacional y allanar el camino para poner en práctica las políticas neoliberales y uribistas de Cecilia María Vélez y del Ministerio de Hacienda; además de disponer de agentes dóciles para gastar, a comodidad, tos ingresos de la estampilla y demás recursos presupuestales.
Denunciamos ante la opinión pública esta situación y responsabilizamos al Alcalde Mayor por atentar en contra del proceso democrático para la escogencia de rector en propiedad. En consecuencia, llamamos a toda la ciudadanía, a los profesores, estudiantes, trabajadores, egresados, pensionados y demás personas interesadas en el futuro de la Universidad Distrital a defender la institución, consolidar los esfuerzos de sus estamentos para ser institución de Educación Superior de Calidad, Equitativa y Socio productiva, e impedir que sea convertida, de la mano del gobierno nacional, en un instituto tecnológico más.
CC 80.217.520
Heber Enciso Díaz (Trabajador)
CC10.168.499
Giovanni Estupiñán (Estudiante)
CC 10.183.048
William Andrés Hurtado Cárdenas (Egresado)
CC 86.059.065
Santiago Pinto Vega Phd. (Pensionado)
CC 996.345
Alexander Zamora Velandia (Profesor)
CC 79.524.595
Myriam Varón Garzón (Egresada)
CC 39.715.998
Bogotá 22 de agosto de 2007
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