Triste pero cierto. Es más que una cuestión de educación pública superior. Es la represión constante y el menoscabo de la libertad y el derecho lo que nos conduce al precipicio. Es la temida sangre que brota de los cuerpos por el acallamiento de las balas. Es el sur de nuestra Colombia que reclama también el legítimo derecho de morar dignamente y movilizarse libremente en su territorio. Es una historia que no podemos olvidar:
http://es.youtube.com/watch?v=KS6zqMPS34k
martes, 21 de octubre de 2008
EL PAÍS DE LA FUERZA
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